Desde que se lanzó el ya desaparecido Splash Pro que me encanta hacer música con IA. Desde entonces he probado Suno, Udio, Sonauto, TopMediai, Riffusion y un par más por ahí. Todos bastante buenos, con distinciones en la versatilidad y calidad del sonido, pero con algo en común: la forma para crear canciones.
En un año en el que frases como “esta IA lo cambia todo” se repiten sin pudor casi todas las semanas (algo que critiqué en mi publicación anterior en este mismo blog), lo de Producer AI realmente merece una aseveración como esa.
Lo primero que me voló la cabeza fue su interfaz de chatbot. Olvídense de todo lo que conocen. Aquí no hay menús. Interactuar con Producer es, literalmente, como conversar con un productor. Sentí que estaba colaborando, no simplemente usando un software. Le lanzaba ideas, y la IA me respondía, construyendo sobre lo que le pedía.
Para probarlo, hice lo que siempre hago: llevar la herramienta al límite. Comencé pidiéndole una canción simple. Luego, en la misma conversación, le dije: “ahora dámela en español”. Lo hizo. “Ahora, quiero que sea un funk”. Y lo hizo. Esta capacidad de refinar y transformar una idea de forma tan fluida y natural es algo que no había visto ejecutado con esta calidad.
Otro punto que me dejó sin palabras fue la velocidad. Quienes crean contenido saben que el tiempo es oro. La rapidez con la que Producer.ai genera no solo letras, sino canciones completas y coherentes, es asombrosa. Esto significa que puedo pasar de una idea abstracta en mi cabeza a una maqueta musical en cuestión de minutos.
Funciones avanzadas de Producer para hacer música con IA
Me encantó la función de “Instrucciones”. De inmediato la configuré con mis propias preferencias: le pedí que por defecto me generara cumbias, con una voz masculina latina y, por supuesto, con modismos chilenos. Después de eso, solo tuve que decirle “créame una canción según mis gustos”, y la IA ya sabía exactamente qué hacer. Es como tener un asistente que te conoce a la perfección.
Pero si tengo que elegir la joya de la corona, la característica que para mí marca un antes y un después, son los “Flujos” (Flows). Esto ya no es solo generar música; es orquestar la creatividad. Esta función me permitió programar una serie de tareas complejas para que la IA las ejecute con un simple comando.
Déjenme darles un ejemplo de un “Flujo” que yo mismo creé para mi video. Lo llamé “X1”. Al escribir solo “X1”, le ordené a la IA que primero, creara una imagen de un monstruo; segundo, que escribiera la letra de una canción sobre ese monstruo en español chileno; y tercero, que produjera DOS canciones con esa letra: una en heavy metal y otra en cumbia. Y lo hizo todo de forma automática. Es, sencillamente, espectacular.
Mi conclusión es clara: estamos presenciando un salto gigantesco en la democratización de la creatividad musical. Posibilidades que antes costaban una fortuna y requerían años de estudio, hoy están al alcance de nuestra mano gracias a la Inteligencia Artificial bien aplicada, y Producer es un gran ejemplo de ello.
Quedé tan fascinado con esta herramienta que preparé el siguiente video donde muestro paso a paso todo lo que comenté.