Recientemente pude probar Comet, un agente de Inteligencia Artificial que automatiza tareas dentro de la navegación por Internet. Y, para decirlo en buen chileno, me dejó loco.
La IA está entrando en una nueva fase, más allá de los “simples” chatbots que responden preguntas, hacia verdaderos “agentes” semi-autónomos capaces de ejecutar tareas completas. En este contexto competitivo, una herramienta llamada Comet está dando que hablar, presentándose como un asistente gratuito que se integra al navegador para automatizar procesos que antes me tomaban horas de trabajo manual.
A diferencia de un buscador tradicional, Comet actúa como un copiloto que no solo busca información, sino que toma control de la interfaz web para actuar según las instrucciones que uno le da en lenguaje natural. Esa capacidad de “hacer cosas” en lugar de solo “decir cosas” es lo que me parece más potente, ya que lo convierte en una herramienta de productividad con un impacto enorme, especialmente para quienes gestionamos operaciones digitales.
Lo que más me llamó la atención es su habilidad para interactuar directamente con las páginas web. Mientras trabajo en otras pestañas, puedo encargarle al agente acciones específicas, y este simula la interacción humana con una precisión impresionante, entendiendo el contexto de la página que visita.
Comet: Esto sí es automatización
Un ejemplo práctico que probé fue en la gestión de redes sociales. Como creador de contenido, responder o reaccionar a cientos de comentarios en una publicación viral es una tarea que consume buena parte del día. Este agente está diseñado precisamente para optimizar ese tipo de flujos de trabajo repetitivos.
Le di una orden simple: “reacciona a todos los comentarios de este post a los que aún no he reaccionado”. Después de recibir el prompt, la IA comenzó a revisar el hilo de comentarios y a aplicar “likes” de manera metódica, incentivando la interacción del público sin que yo tuviera que supervisar nada.
El potencial de estos agentes va mucho más allá de las redes sociales. También pueden abordar tareas complejas de extracción y estructuración de datos, un terreno donde históricamente muchas herramientas de automatización fallan o requieren configuraciones técnicas complicadas.
Y hay más; mucho más
En pruebas más avanzadas, le pedí al agente que realizara tareas de scraping web. Por ejemplo, que visitara un sitio, navegara hasta la sección del blog, analizara los últimos veinte artículos publicados y generara una tabla estructurada con el título, el autor y un resumen de cada entrada.
Comet no solo entendió la instrucción, sino que navegó visualmente por el sitio, hizo clic en los enlaces pertinentes, leyó el contenido y recopiló toda la información. Gracias a su capacidad de visión computarizada, logra identificar elementos que para otros scripts son difíciles de detectar, como el nombre del autor al final de un artículo.
El resultado fue una tabla perfectamente compilada, entregada dentro del mismo chat. Y lo más impresionante es la fiabilidad: mientras otros agentes suelen cometer errores u omitir datos, Comet demostró una precisión que me hace pensar que estamos ante un salto real en la madurez de los agentes de Inteligencia Artificial.
La posibilidad de operar en paralelo, ejecutando tareas de extracción de datos en una pestaña mientras automatiza redes sociales en otra, redefine el concepto de multitarea. Con esto, puedo supervisar múltiples operaciones digitales de forma simultánea sin perder el control. Una maravilla.
							
			
							
